Después de un accidente, el caos y la confusión pueden nublar tu juicio, pero las decisiones que tomas en esos momentos son más importantes de lo que imaginas. Lamentablemente, las compañías de seguros y las partes contrarias conocen bien esta situación vulnerable y esperan que cometas errores que puedan afectar seriamente tu derecho a recibir una compensación justa. Consultar cuanto antes con un abogado de lesiones personales en Austin puede ayudarte a evitar estos errores y proteger tus derechos desde el principio.
Lo que puede parecer una cooperación inocente o una decisión razonable en esas primeras horas críticas puede convertirse en un error costoso que afecte tu caso durante meses o incluso años. A continuación, te presentamos algunos de los errores más comunes que debes evitar después de un accidente con lesiones personales.
No Buscar Atención Médica de Inmediato
Puede que te sientas bien justo después del accidente, pero esto suele ser engañoso. La adrenalina puede enmascarar el dolor, y lesiones como el latigazo cervical, las conmociones cerebrales o el daño interno podrían no mostrar síntomas hasta horas o días después. Si retrasas el tratamiento médico, las aseguradoras podrían argumentar que tus lesiones no fueron graves o que no fueron causadas por el accidente.
Aunque creas que tus lesiones son menores, busca atención médica profesional lo antes posible. Las salas de emergencias, clínicas de atención urgente o tu médico de cabecera pueden proporcionar el historial médico esencial que necesitas.
No Reportar el Accidente a las Autoridades
Ya sea que el accidente involucre vehículos, haya ocurrido en una propiedad privada o dentro de un negocio, necesitas un informe oficial. Sin documentación formal, tu palabra se enfrentará a la de la otra parte, lo que hace mucho más difícil probar tu caso en el futuro. Estos informes ofrecen un registro objetivo de lo ocurrido, cuándo sucedió e incluso pueden incluir declaraciones de testigos.
En caso de accidentes de auto, llama a la policía, incluso si parece un choque menor. En incidentes de resbalones y caídas o accidentes en propiedades, notifica de inmediato al encargado del lugar, gerente de tienda o personal de seguridad.
Admitir Culpa o Pedir Disculpas en el Lugar del Accidente
Es normal que sientas el impulso de disculparte o asumir la culpa tras un accidente. Sin embargo, frases como “lo siento” o “debí tener más cuidado” pueden interpretarse como admisiones de responsabilidad más adelante. Es importante recordar que aún no tienes todos los hechos y no sabes quién tuvo realmente la culpa. Limítate a decir lo esencial al hablar con otras personas en el lugar del accidente y permite que los investigadores y abogados determinen la responsabilidad con base en la evidencia.
Aceptar la Primera Oferta de la Aseguradora
Después del accidente, un representante del seguro podría contactarte con una oferta de compensación que parece generosa. Sin embargo, estas ofertas iniciales suelen ser mucho más bajas de lo que realmente vale tu caso. Los ajustadores de seguros saben que muchas personas quieren resolver el asunto rápidamente y no conocen el verdadero alcance de sus daños. Nunca aceptes una oferta sin antes consultar con un abogado especializado en lesiones personales.
Publicar Sobre tu Accidente en Redes Sociales
Las compañías de seguros suelen revisar las redes sociales de las personas que presentan reclamos, buscando publicaciones, fotos o actividades que contradigan lo que han declarado. Incluso las publicaciones inocentes pueden sacarse de contexto y usarse en tu contra. No hables sobre tu accidente ni tu caso en línea, ni siquiera en cuentas privadas. Habla únicamente con tu abogado.
No Consultar con un Abogado Hasta que Sea Demasiado Tarde
Muchas personas piensan que pueden manejar todo por su cuenta o que un abogado solo es necesario en casos graves. Sin embargo, contar con asesoría legal desde el principio puede ayudarte a evitar estos errores y proteger tus derechos desde el primer momento. Contacta a un abogado de lesiones personales en Texas lo antes posible para comenzar con el pie derecho.